Ciudad de México a 11 de octubre de 2022. “Parto del reconocimiento de la evidencia biofísica sobre el cambio climático. Lo que se discute es una predominancia de interpretaciones sociales y culturales sobre el fenómeno del cambio climático, sus causas, impactos y maneras de afrontarlos, en concordancia con estructuras de poder dominantes del capitalismo global y de relaciones patriarcales, que frecuentemente invisibilizan los aspectos sociales y de género implicados, que es precisamente el abordaje de la ecología política feminista”, afirmó la doctora Libertad Chavez Rodriguez.
Con el fin de abordar un enfoque crítico sobre las políticas de mitigación y adaptación al cambio climático, desde una perspectiva de justicia climática y de género, la Dra. Libertad Chavez, profesora investigadora del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS), impartió la ponencia “Ecología política feminista, reflexiones frente a la crisis climática”.
Presentada en el marco del seminario permanente Ciudades Sostenibles ante el Cambio Climático: interdisciplina, sostenibilidad y justicia, del Programa Universitario de Estudios sobre la Ciudad (PUEC) y el Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias (CRIM) de la UNAM, la académica expuso la necesidad de desnaturalizar y re politizar los conceptos y las narrativas sobre cambio climático, desde abordajes de género que pueden ser articulados con la ecología política.
Es pertinente preguntar ¿qué formas de pensar y qué relaciones de poder se encuentran predeterminadas por conceptos como la adaptación, la liquidación, la resiliencia o la vulnerabilidad?, aseveró.
El “imperativo de adaptación, es una crítica a la adaptación al cambio climático como un curso neutral de acción e indispensable en términos sociopolíticos, la idea de tener que adaptarnos al cambio climático y en determinadas formas, por estar moldeado por las ciencias naturales y por perspectivas tecnocráticas occidentales”.
De acuerdo al panel intergubernamental del cambio climático, la resiliencia es la capacidad de los sistemas sociales, económicos y ecológicos interconectados para hacer frente a un evento peligroso, una tendencia o una perturbación, organizándose de manera que mantengan su función identidad y estructura esenciales.
“La resiliencia, al centrarse en sistemas naturales psicológicos, van desvaneciendo la idea de que son los propios sistemas socioeconómicos los que exponen a las personas a diferentes niveles de riesgo; por el contrario, el concepto de vulnerabilidad, implica una condición clara, fincada en las responsabilidades económicas, políticas y sociales que analiza las formas en que las personas, junto con los procesos ecosistémicos y climáticos, están expuestos a un mayor o menor grado de riesgo”, explicó la Dra. Chavez.
Las posturas feministas sobre la adaptación al cambio climático proponen: buscar ángulos que permitan desnaturalizar y repolitizar el discurso y la investigación sobre el cambio climático y la adaptación al cambio climático; buscar de manera comprometida la justicia ambiental y de género en forma situada y contextualizada, evitando posiciones dicotómicas limitantes y representaciones victimizantes de las mujeres.
Asimismo, subraya la urgencia del reconocimiento e inclusión de otras formas de conocimiento y voces alternativas, así como las consecuencias políticas del desconocimiento de los fuertes impactos del cambio climático en los llamados “trabajos del cuidado”. Además, es apremiante la participación política de las mujeres y la perspectiva de género en todos los niveles de decisión política; incursionar en el análisis interseccional en las investigaciones sobre género y cambio climático y adaptación, con otras categorías de diferenciación, exclusión y discriminación social.
“El análisis debe ir más allá de la identificación y visibilización de los impactos diferenciados por género del cambio climático; si bien, forma parte central de la evidencia empírica y sirve de base a reflexiones críticas, continúa reproduciendo y cimentando la imagen de mayor vulnerabilidad de las mujeres como un grupo homogéneo”.
