Ciudad de México, 23 de septiembre de 2022. “MUJEFA evidencia las contradicciones de un todo social que busca revitalizar zonas urbanas cuando hay sectores de la población que siguen sin acceder a la ciudad”, sostuvo la doctora Jorgelina Loza.
En la tercera sesión del ciclo Autoras de las Urbes: la historia a contrapelo, del seminario Ciudad habitable para todas y todos #NosotrosPorEllas del Programa Universitario de Estudios sobre la Ciudad (PUEC), UNAM, la académica del Instituto de Investigaciones Gino Germani de la Universidad de Buenos Aires y de FLACSO Argentina, expuso el caso de la emblemática cooperativa de vivienda MUJEFA formada en Montevideo, Uruguay, en 1990.
La también investigadora del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) Argentina, subrayó que la cooperativa se consolidó a partir del reclamo concreto y legítimo del acceso a la ciudad, donde los recursos y servicios están concentrados.
Su origen se remonta a 1989 por el contacto entre 16 mujeres jefas de familia que recogían a sus hijos en la guardería. Todas compartían una misma realidad: estaban a cargo de sus hijos, con padres ausentes o incapaces de sostener su crianza y con dificultades para acceder a una vivienda.
En la coyuntura del impulso de políticas gubernamentales destinadas a rehabilitar la Ciudad Vieja por motivos turísticos, se presentó el proyecto a la Intendencia de Montevideo, Uruguay, quien otorgó a MUJEFA una vieja mansión del siglo XIX. “El reciclaje de viviendas antiguas es una alternativa interesante para aprovechar recursos ya existentes, siendo una opción atractiva para las cooperativas de vivienda”.
La Dra. Lazo explicó que, al ser una cooperativa de vivienda por ayuda mutua, las familias “trabajan activamente en la construcción de las viviendas al menos 21 horas por semana” junto a mano de obra contratada por la Federación Uruguaya de Cooperativas de Vivienda por Ayuda Mutua (FUCVAM).
Las integrantes de MUJEFA aprendieron técnicas de restauración, sin embargo, la académica lamentó que ninguna de ellas continuó el camino de la construcción como salida laboral.
El acercamiento de MUJEFA a FUCVAM presentó conflictos, tales como que la federación no aceptaba cooperativas de vivienda conformadas sólo por mujeres, ya que la legislación sobre cooperativismo establecía la jefatura del hogar masculino como requisito para inscribir una cooperativa; igualmente, FUCVAM reunía únicamente cooperativas de ayuda mutua que hubiesen desarrollado la construcción del complejo habitacional desde cero; aunado a cierta resistencia de género velada por parte de los dirigentes.
La doctora Jorgelina indicó que en la creación de MUJEFA “no sólo hubo un cambio objetivo representado por el acceso a la vivienda, si no también, se dio un cambio cualitativo relacionado con la pertenencia y el empoderamiento de estas mujeres quienes enfrentaron el problema estando solas y lograron resolverlo de manera colectiva”.
“El acceso al derecho a la ciudad y a la vivienda digna modificó radicalmente en este grupo conceptos o representaciones del trabajo en el hogar respecto a la distribución de tareas y de los roles en el grupo familiar y que dificulta que las mujeres desarrollen actividades fuera de su hogar y del grupo familiar y que constituyan proyectos colectivos como éste. Aunque ellas lo lograron y aunque identificaban un cambio profundo en la forma de ver las cosas, no significa sostener que había una revolución sucediendo en Ciudad Vieja respecto de los roles de género y de la matriz nacional de género en Uruguay”.