“El cuidado debe convertirse en un enfoque transversal en la política pública, como lo es la no discriminación en la perspectiva de género y de derechos humanos, que en la Ley garantice que forme parte del checklist de todos los tomadores de decisiones”: afirmó la Dra. Yazmín Pérez Haro, directora de Igualdad Sustantiva de la Secretaría de las Mujeres de la Ciudad de México en el conversatorio Ciudades cuidadoras; un proyecto de futuro.
Organizado el pasado 22 de noviembre por el Programa Universitario de Estudios sobre la Ciudad (PUEC) de la UNAM y el Senado de la República, en un esfuerzo conjunto entre academia y este órgano legislativo por discutir los avances y desafíos en la implementación en las políticas urbanas para la igualdad de género, la autonomía de las mujeres en la ciudad.
Inauguraron el conversatorio el Dr. Javier Delgado, director del PUEC; la senadora de la República Katya Ávila Vázquez, integrante de la Comisión de Zonas Metropolitanas y Movilidad, y de la Comisión de Desarrollo Urbano, Ordenamiento Territorial y Vivienda; así como las senadoras Marcela Mora Arellano y Eunice Romo.
El Dr. Javier Delgado precisó que entender las ciudades cuidadoras es procurar equipamientos urbanos como escuelas, centros de salud, parques y jardines que apoyen las tareas domésticas para el cuidado de niños, adultos mayores y enfermos. “El PUEC cree que se debe recuperar ciudad; rescatar aquellos espacios que deberían ser dedicados para el servicio social”.
Añadió que, en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) están contenidos los objetivos de la ciudad cuidadora de alguna forma: equidad de género, ciudades inclusivas, seguras, resilientes y sostenibles. También detalló que este conversatorio se enmarca en la campaña HeForShe impulsada por la UNAM junto con ONU Mujeres para la igualdad de género.
La senadora Katya Ávila señaló que los trabajos de cuidados descansan sobre las horas de triple jornada que las mujeres dedican a los otros, por lo cual, el Estado tiene responsabilidad en la creación de bienestar social para quienes asumen estas labores. Asimismo, “la Organización Internacional del Trabajo (OIT) considera que faltan 210 años para que se cierre la brecha de género en prestación de cuidados no remunerados.”
Finalmente aseguró que para el terreno legislativo estos diálogos son importantes para reconocer las deficiencias del sistema normativo nacional y coadyubar con otros esfuerzos en favor de la igualdad.
Durante la mesa, que se llevó a cabo en la antigua sede del Senado en el Centro Histórico, moderada por Ingrid Gómez, de la Secretaría de las Mujeres de la Ciudad de México; la profesora de la Facultad de Arquitectura de la UNAM, Elizabeth Caracheo Miguel, destacó que la Encuesta Origen Destino de 2017 arrojó que las mujeres en la Zona Metropolitana del Valle de México realizan 16 por ciento más viajes que los hombres y que estos son más cortos, los cuales están vinculados directamente a sus labores de cuidado.
La profesora en urbanismo planteó la necesidad de generar espacios que prioricen a las personas y que la ciudad brinde el soporte físico preciso para que se desarrollen las tareas de cuidados; en un entorno incluyente, empático, sostenible, disfrutable y factible. “Creo que, a través de intervenciones macro o micro, es posible mejorar la calidad de vida y promover espacios para el intercambio y la convivencia en las ciudades”.
René López Pérez, de la asociación civil Género y Desarrollo, comentó que debe valorarse más el espacio reproductivo, que es el espacio privado donde se reproduce la vida y que históricamente ha sido ocupado por las mujeres, para advertir de qué manera está relacionado no sólo con la satisfacción de necesidades básicas, sino también con la dimensión afectiva, que es la que da cohesión social.
La diputada del Congreso de la Ciudad de México, Circe Camacho Bastida, puntualizó que hay que construir un nuevo paradigma de ciudad a partir de la ciudadanía; diseñar políticas públicas adecuadas en términos de igualdad y reconocer la vulnerabilidad del ser humano, pensar en el autocuidado, el cuidado solidario y la responsabilidad del Estado, junto con la sociedad civil y la industria socialmente responsable en este tema. Destacó la vinculación de gobierno, academia y ciudadanía para construir políticas e investigaciones para replantear la urbe que deseamos.
La Dra. Yazmín Pérez precisó que “la ciudad es todo menos un espacio para procurar la vida. Pensar en ciudades cuidadoras nos reta a pensar en imaginarios posibles a partir de lo que ya tenemos instalado, si los espacios no están hechos para las mujeres, hay que resignificarlos”.
En conclusión, Pérez Haro comentó que, “pensar una ciudad cuidadora es pensar qué requerimos a lo largo de nuestro curso de vida con las distintas etapas del ciclo de vida todas las personas, y colocar esa necesidad en el centro”. Hay que “politizar los cuidados” porque se trata de trabajo doméstico en el espacio privado, pero también en el comunitario, en el público y en el espacio digital y corresponde tanto a hombres como mujeres.