• La Facultad de Psicología creó una aplicación que permite determinar los riesgos a la salud mental que se están viviendo durante la contingencia por la COVID-19.
“La COVID-19 es una amenaza a la salud física y mental. En el marco de prevención universal ante la COVID-19 tuvimos la oportunidad de generar una herramienta dirigida a la promoción de la salud mental durante este confinamiento y época de sana distancia”, precisó la Dra. Silvia Morales, coordinadora de los Centros de Formación y Servicio Psicológicos de la Facultad de Psicología de la UNAM.
La Universidad Nacional Autónoma de México, a través de la Facultad de Psicología, y en conjunto con la Facultad de Medicina y la Dirección General de Atención a la Comunidad (DGACO), y también el Instituto Nacional de Psiquiatría, desarrollaron una aplicación para la autoevaluación de los niveles de riesgo a la salud mental asociada con la enfermedad provocada por el virus SARS-CoV-2.
Durante el ciclo de conferencias virtuales “Mente y comportamiento ante el COVID-19. Incertidumbre, resiliencia y renormalización urbana”, organizado por el Programa Universitario de Estudios sobre la Ciudad (PUEC), el Dr. Germán Palafox Palafox, coordinador del ciclo, refirió que uno de los impactos más importantes de esta pandemia es el cambio en el comportamiento durante confinamiento, así como las secuelas en la salud mental.
“Mi salud también es mental” es un programa impulsado por la Dra. Silvia Morales, para hacer un tamizaje para detectar problemas de salud en esta materia, que inicialmente solo se aplicó para la comunidad universitaria y posteriormente se extendió a la población general.
Con esta aplicación se han atendido a más de 33 mil personas: alrededor de 7800 de la comunidad universitaria, más de 7600 del personal de salud y 17 700 público en general.
Entre los casos detectados con la herramienta están: violencia (9934), consumo de sustancias (4690), depresión (4832), autolesión-suicidio (2817), ansiedad generalizada (3336), estrés agudo (1739) y en el caso de personal de salud, síndrome de Burnout y Fatiga por Compasión (773) y casos de somatización (307).
Al entrar a la aplicación desde cualquier dispositivo, el usuario identifica sus riesgos en cinco niveles: inexistente, mínimo, bajo, medio y alto; en función de eso recibe recomendaciones de autocuidado en el primer nivel de atención para que se haga responsable de promover su propia salud mental.
Esta herramienta ha mostrado tener validez y confiabilidad y se han podido identificar las variables: estrés agudo, evitación y tristeza, distanciamiento y enojo, ansiedad de salud y ansiedad generalizada.
“La aplicación permite determinar con certeza cuáles son los riesgos a la salud mental que se están viviendo actualmente durante la contingencia por la COVOD-19, así como conocer la incidencia no solo en nuestra comunidad universitaria sino fuera de ella”.
La retroalimentación que reciben los usuarios depende los niveles de estas variables; en caso de riesgo mínimo se recomiendan infografías; en caso de riesgo bajo, además se les proporcionan links a videos sobre estrategias contra los síntomas; si existe riesgo medio, también se le proporcionan vínculos a cursos en línea sobre habilidades para enfrentar las condiciones de salud mental.
En caso de riesgo alto recomiendan llamar de inmediato a los teléfonos de atención psicológica a distancia, que se han vinculado con otros conmutadores de instituciones de atención psiquiátrica de la Secretaria de Salud, que se han sumado a la atención de segundo y tercer nivel.
La contingencia sanitaria por el COVID-19 se asocia con condiciones de salud mental de forma similar a otros eventos traumáticos. Existen condiciones de estrés, evitación, tristeza, distanciamiento, enojo y ansiedad, que son como las observadas durante los primeros estadios de reacción de las personas ante un evento traumatizante.
Para acceder a la herramienta:
https://misalud.unam.mx/covid19